SOBRE LA GLOBALIZACIÓN

23.09.2011 17:40

Presentación del Libro:

El monstruo de la globalización. Desafíos y alternativas

Por el sociólogo Canadiense

Jacques B. Gélinas

 

INVITA: Revista Virtual Realidades Sociológicas.

Una mirada compleja desde Nuestra América

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Ciencias Humanas

Departamento de Sociología

Jueves, 4 de mayo de 2006

Auditorio Anexo. Edificio Postgrados Ciencias Humanas

 

Lo que propone este libro como también esta ponencia es explicar no sólamente la globalización de la economía, sino también el mundo globalizado indebidament llamado «aldea global». Mi exposición se va a desarrollar en tres puntos :

I- ¿QUÉ ES LA GLOBALIZACION?

La globalización es una nueva fase del capitalismo en la que el sistema capitalista contemporáneo busca englobar en un mercado global desregulado todos los recursos del planeta y todas las actividades humanas. En inglés lo expresan con la siguiente fórmula: ONE SINGLE GLOBAL UNREGULATED MARKET. La palabra clave es «unregulated», es decir no-regulado o desregulado. El mercado global pretende funcionar por encima del Estado, por encima de las legislaciones sobre los derechos del trabajo, los derechos sociales, los derechos del medio ambiente, por encima de las aspiraciones y necesidades de la comunidad. El mercado global trasciende todas estas cosas, pues la teoría es que cuando los políticos o la comunidad o los movimientos sociales no estorban su libre funcionamiento, el mercado llega a ser el mecanismo óptimo para repartir en forma justa y equilibrada para todos los recursos del planeta. Ese es el postulado fundamental. El mercado constituye el mecanismo central de la économía. Un mecanismo regulador auto-regulado no solamente de la économía, sino también de toda la sociedad.

En un mercado libre, el comprador y el vendedor negocian libremente. Si el comprador piensa que el precio es demasiado alto, no compra, entonces el vendedor tiene que adaptarse y rebajar sus precios. El productor también ajusta su producción. Así se alcanza el precio justo para todas las casas. 

El motor del sistema es el interés personal, individual, individualista, más aún egoísta. En el sistema capitalista, cada uno persigue su propio interés. ¿Quén entonces cuida de interés público? ¿Cómo se realiza el bien común? Aquí, según la teoría se produce una cosa prodigiosa. Sucede que cado uno persiguiendo su propio interés, sobreviene una “mano invisible” la cual lo hace confluir todo para el bien común, para el bien de toda la sociedad. Dicen que es precisamente lo que se observa en los países donde el sistema capitalista funciona como se debe.  Se produce de todo, con mucha eficacia, y hay para todos,- para todos los que tienen dinero para comprarlo. ¿Qué con los que no tienes dinero para comprar? Bueno, la verdad – así lo explica la teoría - es que a éstos no les gusta trabajar mucho, no les gusta esforzarse, se satisfacen con comer plátanos, frutas, calentarse en el sol. Por eso no tienen plata. Es su culpa. Al contrario, los que tienen plata son los que trabajan fuerte, toman riesgos. La plata que tienen se la merecen.

Del self-interest a la codicia

Ahora bien, ¿Qué hay de nuevo en esta nueva fase del sistema capitalista llamado «globalización»?.  El sistema capitalista, existe desde en año 1750 más o menos. Cobró forma con la Revolución industrial en Inglaterra. Un gran teórico, Adam Smith, ha  sido el primero quien ha tratado de definir y teorizar, en 1776, este nuevo sistema. Él es quien ha descrito los mecanismos del mercado libre donde cada uno, persiguiendo su propio interés, se puede enriquecer al mismo tiempo se realiza el interés público. Adam Smith ha inventado la teoría de la  «mano invisible» que sobreviene para tornar todos los intereses individualistas en beneficio de todos, o sea en el interés público. 

Este sistema capitalista existe desde hace dos siglos y medio, más o menos, pero lo que es nuevo hoy día, con la globalización, es que el motor del sistema que es el “interés propio” se ha transformado en codicia. La codicia le pone energía nueva en el sistema para que funcione con toda eficacia. ¡Greed is good!, como dicen en inglés. La codicia es buena para el sistema. Se define la codicia como este deseo de poseer más de lo necesario y más de lo justo.  Por ejemplo, Bill Gates tiene una fortuna de 50 mil millones de dólares y sigue acumulando con avidez, con el afán de acumular siempre más. Él no puede comer todo eso, ni gastarlo todo en mansiones, castillos, aviones y buques.  Pero sigue acumulando. La codicia es una pasión, una especie de locura. Como el amor, que es ciego, la codicia también es ciega, o sea que ellos no se dan cuenta que están cortando la rama del árbol sobre la cual están sentados. Están agotando los recursos del planeta que están limitados, pero no les importa, siguen explotando y acumulando... más de lo necesario, más de lo justo.

El papel de la ideología     

Para que ese sistema tan depredador sea aceptado por todos, incluso, por los que el sistema desfavorece, se necesita un discurso apropiado. Es lo que se llama la ideología. La ideología es el discurso que viene a explicar y justificar el sistema dominante en sus aspectos  económicos, políticos y sociales. La ideología es el discurso al servicio del poder.  Al servicio de los dos grandes poderes que dominan la sociedad: el poder económico y  el poder político. El objetivo de este discurso es influir en las mentes para que todos, incluso los desfavorecidos, lleguen a pensar que así son las cosas, que este sistema no es perfecto, pero es que es imposible concebir otro mejor. En un sistema esclavista por ejemplo, la ideología hace que el mismo esclavo pensa que así debe ser, que él ha nacido para servir a sus amos. Él mismo se mira con los ojos del amo. Se conceptualiza con los conceptos del amo. En la perspectiva de los amos, la situación ideal es cuando no necesitan echar mano de la represión ni de los fusiles para hacerse obedecer. La ideología transforma la coercición en obediencia. Eso se llama amor a la servidumbre.

Y eso es el colmo de la alienación : mirarse con los ojos del dominador. Para los ciudadanos de los países subdesarrollados, pensar que no pueden cambiar la situación, que así tiene que ser, que siempre han sido flojos, desordenados, incapaces de gobernarse... Éste es el papel de la ideología. La ideología que explica y justifica el capitalismo global, o sea la globalización, se llama el neoliberalismo.

Antes de la globalización, la ideología que justificaba el capitalismo se llamaba liberalismo. El liberalismo admitía una cierta interversión del Estado, para una mejor distribución de los ingresos y de los recursos. Pero el neoliberalismo dice no a la regulación estatal. Dizque el mercado es superior a la democracia en el reparto de los recursos. El mercado, dicen los ideólogos de la globalisación, es demócratico. Pues en el mercado libre, cada uno puede votar cada día con la compra o no compra de las mercancías ofrecidas. Por lo tanto, el mercado es muy superior a la democracia política. Así es el nuevo liberalismo o neoloberalismo. Así es el nuevo discurso, el nuevo paradigma que lleva la gente a pensar que el sistema éconómico es así porque todo el mundo piensa así. Del mismo modo que antes de Copérnico y  Galileo, todo la gente pensaba – según la aparencias - que el sol se levantaba al Este, empezaba su carrera y se acostaba al Occidente, y que el sol giraba alrededor de la tierra. Hoy en día, nos quieren hacer creer que toda la sociedad gira alrededor del mercado.  Así es la fuerza del neoliberalismo, que buena parte de la gente llega a pensar así.

 

La militarización de la globalización

El sistema capitalista actual es tan depredador, tan devastador del medio ambiente, y causante de tantas desigualdades entre los países y dentro de los países, que la ideología ya no basta para que la gente, especialmente en el Tercer Mundo, siga sometiéndose docílmente. Muchos contestan, critican, se rebelan. En todas partes, la sociedad civil se movililiza para denunciar los abusos del sistema. Entonces, el sistema debe utilizar el brazo militar para proteger los mercados y las inversiones en el mundo. La catástrofe del 11 de septiembre 2001 ha sido la ocasión para intensificar la militarización del sistema. El gran enemigo no es más el comunismo, como el el tiempo de la URSS, sino el terrorismo global. Se ha declarado la guerra global, permanente y preventiva contra el terrorismo. Así se va intensificando en todos los países el uso de la fuerza militar y de la represión.

 

El candado de los tratados de libre commercio

Ahora bien, además de los elementos mencionados, la globalización presenta una característica muy novedosa, promovida por los Estados Unidos y sus aliados: la intitucionalización en tratados debidamente firmados por los políticos de la deregulación y privatización. Son los nuevos tratados de libre comercio que se deberían llamar más bien «tratados de libre inversión». Con estos tratados, se quiere impedir que el Estado venga a desempeñar un papel importante en la économía, como lo hizo en las décadas después de la Segunda Guerra mundial. Era el tiempo del Estado-Providencia que produjo una abundancia de legislaciones sociales, incluso en América latina. Entonces, para que nunca más eso vuelva a suceder que el Estado se intrometa en la economía, se incita à los políticos a que firmen tratados de libre comercio.

(Intervención de un estudiante: «¿La institucionalización del sistema es la supeditación del Estado frente al mercado, en esos términos lo está planteando?»)

Sí, exactamente. En estos tratados, los políticos llegan a firmar su propia capitulación.  Firman su renuncia a intervenir en el mercado.  Renuncian al poder que tienen de proteger los derechos humanos, los derechos sociales, el medio ambiente. Dan la prioridad a las inversiones de las compañías trasnacionales. Lo que pasa es que son muchas las trasnacionales extranjeras que vienen ha invertir aquí en Colombia, pero no he visto ninguna compañía colombiana que esté invertiendo en Canadá o en Estados Unidos. Si hay, deben ser muy pocas. Entonces, en un mercado libre ¿quién gana? En una competición entre uno que es más débil y otro que es más fuerte, ¿quién va a ganar? ¿Acaso no es así enel tratado de libre commercio entre Colombia y los Estados Unidos. Las mercancías que entran a Colombia desde Estados Unidos representan como 800 mil millones de dólares, contra 5 o 6 mil millones lo que Colombia vende a Estados Unidos.

Lo novedoso en los nuevos tratados de libre commercio

Siempre han existido tratados para reglamentar y facilitar el commercio entre la naciones. Por ejemplo, los tratados de libre comercio propugnados por Inglaterra en el siglo XIX. Estos tratados se referían al comercio, o sea a la venta y compra de mercancías.  Fueron perniciosos para los países de América latina, pero no tanto como los tratados actuales de corte neoliberal.

En los actuales tratados de libre comercio, hay cuatro elementos nuevos, introducidos por iniciativa de los Estados Unidos. Las élites de este país inventaron un nuevo modelo de TLC.  Lo pusieron a prueba con Canadá en 1988, cuando se firmó el Acuerdo de libre comercio Canadá-Estados Unidos. Después extendieron este modelo, reforzado, a México, con el Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica : el North America Free Trade Agreement (NAFTA) . Este último sivió de modelo à todos los tratados de libre comercio que se negociaron después, que sean éstos multilaterales, regionales o bilaterales. Son cuatro los elementos más novedosos: 

  1. Las inversiones : la gente piensa naturalmente que el libre comercio se refiere al comercio de mercancías mediante la eliminación de aranceles, pero en la era de la globalización resulta que no es así. En los nuevos TLC, se trata antes que todo de la libre inversión; se trata, de dejar el camino libre para las inversiones extranjeras. Colombia, por ejemplo, en el TLC que se está negociando con Estados Unidos, no podrá poner niguna condición a las inversiones de la multinacionales estadounidenses; deberá tratarlas en el mismo pié que las empresas nacionales.  No se podrá favorecer a las empresas nacionales, porque todas, nacionales y extranjeras, quedan en el mismo pié. Es el abandono de toda política de industrialización nacional.
  2. Los servicios : en los nuevos TLC, los servicios están considerados como mercancías ordinarias, aún tratándose de servicio públicos, como la educación, la salud, la cultura, la distribución de agua potable, etc.
  3. Los productos agrícolas : antes de los años 1980, la agricultura no entraba en los tratados de libre comercio por que se pensaba que la alimentación era otra cosa; se pensaba que cada país tiene el derecho y la obligación de proteger su agricultura para alimentar a su pueblo. Ahora no. Los países subdesarrollados no pueden proteger su agricultura. Tienen que abrir su mercado al arroz y al maiz norteamericano, lo que tiene como consequencia la ruina de los campesinos, como está ocuriendo en Haiti y México.
  4. La protección de la propiedad intelectual : extraño que en tratados anti-protectionistas se incorpore la protección blindada de las «patentes de invención» de las trasnacionales, las que se apropian la propiedad exclusiva de descubrimientos, incluso de hierbas medicinales, que forman parte de patrimonio tecnológico de la humanidad.

La Organización mundial del comercio (OMC)

La Organización Mundial del Comercio, creada en 1994, es la institución central de la globalización. Es la institución más poderosa del mundo. Tiene como objetivo la promoción del «libre comercio» neoliberal a escala planetaria. Por lo tanto, va multiplicando los acuerdos multilaterales de libre comercio, acuerdos que abarcan, como lo hemos dicho, las inversiones, los servicios, la agricultura y la protección de las patentes de las multinacionales. ¿Quién dirige la OMC? La OMC es un organismo intergobernamental, pero las corporaciones trasnacionales son tan poderosas que pueden imponer sus políticas y su ideología a la burocracia incrustada en la secretaría general de la OMC en Ginebra.

II- LOS ACTORES DE LA «ALDEA GLOBAL»

La ideología neoliberal pretende que la globalización ha hecho del mundo una gran aldea que llaman la «Aldea global». Ahora bien, veamos quiénes son los actores o protagonistas de esta aldea global. ¿Quiénes son los actores o protagonistas del mundo globalizado? Vamos a nombrar cinco categorías de ellos. Primero, los amos del nuevo sistema. Segundo, los capataces, o sea los que ponen la gente a trabajar y aseguran el orden.  Tercero, los ideólogos, los que fabrican la ideología. Cuarto, el brazo caritativo del sistema que es la Organización de las Naciones Unidas. Quinto, el idiota de la aldea… o sea nosotros, los consumidores.

 

Los amos del mundo globalizado

¿Quiénes son hoy día los amos del mundo, los que tienen más poder, los que dominan? Son las grandes empresas, las multinacionales, las que desde que el capitalismo se volvió global, prefirien llamarse «compañías trasnacionales» : Transnacional Corporations (TNC). O mejor todavía : Global Corporations. Trasnacionales, es decir, que trascienden las naciones. Bueno, «trasnacionales» ya es algo, pero Global Corporations suena mucho mejor porque no lleva ninguna referencia a la nación. Las empresas trasnacionales han llegado a tener un gran peso político merded a su enorme peso éconómico. ExxonMobil o Wal-mart, por ejemplo, su cifra de ventas es mucho más elevado - 328 mil millones y 312 mil millones de dólares respectivamente - que el producto nacional bruto de Colombia (92 mil millones). En todo el mundo, hay solamente unos 20 países cuyo producto nacional bruto es superior a las cifras de venta de ExxonMobil y Wal-mart. La revista Forbes,que es la Biblia de la gente de negocios de Estados Unidos, publica cada año, en abril, un número especial titulado : The Gobal 2000. O sea «Las 2000 compañías más grandes del mundo».  Mencionemos de paso que entre estas 2000, hay 2 compañías colombianas : BanColombia (número 1445 en la clasificación) y Aval Grupo (1657).

En solamente dos años, las ganancias de las Global 2000 han más que duplicado: de 760 mil millones en 2004 han pasado a 1700 mil milliones de dólares en 2006. Las campeonas en ganancias son las del petróleo, del automóvil, de la farmacéutica y de la biotecnología.

Se debe notar que todos los 20 sectores más importantes de la économía mundial están hoy en día dominados por oligopolios, o sea por un pequeño grupo de compañías.  Eso quiere decir que, en la práctica, no es el mercado que fija los precios, sino los oligopolios.

Estas 2000 compañías justifican sus énormes ganancias alegando que éstas son necesarias para invertir y crear más empleos. Pero resulta que estas prepotentes 2000, que acaparan una cantidad espantosa de bienes, sólo crean todas juntas 708 millones de empleos, o sea que con dos millones y medio de dólares crean un solo empleo...

Ésos son los amos del mundo. Pero ellos, nunca hubieran podido acumular tanto dinero y tanto poder, sin el consentimiento y la complicidad de esta otra categoría de actores que son  los capataces.

 

Los capataces

En esta era de la globalización, ocurre que los políticos, en vez de cumplir con su misión de servidores de los intereses del pueblo soberano, se han convertido en servidores de los intereses de intereses éconómicos supranacionales. Se han convertido en capataces del sistema global. ¿Qué es un capataz? Es aquel que se encarga de hacer cumplir las voluntades del amo, de poner la gente a la obra, de vigilar para que todos obedezcan a las órdenes.

A principios de los años 1980, algunos políticos han empezado a decir OK al nuevo sistema capitalista en afán de desregulación y privatización. Los grandes capitalistas querían tener el campo libre, sin que intervenga el Estado con legislaciones sociales o ambientales o laborales. Los líderes de este sometimiento de la clase política han sido Margaret Thatcher et Ronald Reagan. Han empezado a cortar en los programas sociales, a reprimir los sindicados, a privatizar empresas nacionales, a suprimir las legislaciones que controlaban los capitales.  «There is no alternative», solía decir Margaret Thatcher.

Y poco a poco, los otros gobernantes del mundo han seguido la cuerda, repetiendo: No hay alternativa. Así ha ido formándose una nueva clase política global, una nueva clase de políticos sometidos a grandes intereses económicos trasnacionales. En los países povres como en los ricos, todos se someten.

Pero ¡sorpresa!... En América latina, empieza a surgir una nueva clase de líderes políticos que dicen “!Ya basta!”. En Brasil, Lula  ha dicho no al ALCA, que es el proyecto de Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, que los Estados Unidos querían concluir para el año 2005. El Presidente de Brasil ha dicho: NO. Con lo que sucedió en Argentina, la gran crisis économica y política del año 2001, el nuevo presidente de este país ha dicho NO también. En Venezuela, es un NO contundente, como saben. En Bolivia, el país más pobre de América Latina, el nuevo presidente Evo Morales se enfrentó con compañías gigantes, como la ExxonMobil y la española Repsol. Es de notar que los gobernantes mencionados se apoyan en movimientos populares amplios como son los Campesinos sin Tierra, los Piqueteros en Argentina, los pobladores de los barrios, la gente de la économía informal, etc.

Hay otra categoría de capataces en la «aldea global» : son los altos ejecutivos de las megaempresas. Son fieles ejecutores por lo que están bien pagados.  ¿Cuál es el sueldo medio de los ejecutivos de las Global 2000? El sueldo medio es de 10 millones de dólares anualmente. Algunos se ganan hasta 150 millones de dólares al año. Y no se averguencen de acaparar tanto dinero. En Canadá, por ejemplo, el sueldo de los altos ejecutivos nunca se publicaba. En los últimos años, salió una ley obligándoles a publicar los sueldos de los ejecutivos, pensando que eso les iba a frenar su codicia, que les iba a dar un poco de vergüenza. Pero fué todo lo contrario. Los que ganaban menos, digamos uno o dos milliones al año, se morían de verguenza, temiendo pasar por unos de poco talento, por ganar tan poco.

Cuando dicen los dirigentes que no hay plata para invertir en los servicios públicos, en la salud, en la educación, no los crean... Hay que buscar a donde se va la plata.

 

Los ideólogos

¿Quiénes son los que fabrican este discurso que justifica el sistema de la globalización? Los primeros en la cadena son los economistas. Y entre la multitud de economistas, los que dan la pauta son los reclutados por las organizaciones internacionales, como ser la Organización mundial del comercio (OMC), el Banco Mundial, el BID, el FMI y la OCDE. Estos «grandes» economistas, muy bien pagados, publican artículos, informes, libros, y así dan la pauta a los otros que finalmente no hacen más que repetir lo que dicen y escriben los «grandes».

Después vienen los políticos con sus ayudantes, los altos funcionarios. Cada  ministerio, cada departamento, cada dirección tiene un director de comunicaciones, un portavoz que viene a explicar a la gente las políticas del gobierno. Uno piensa que el director de comunicaciones viene a decir toda la verdad, pero no: viene a decir lo que más conviene para la imagen de su patrón. 

Otros fabricantes de ideología son los agentes publicitarios y todas estas compañías de comunicación y relaciones públicas. Hoy día, la publicidad se ha convertido en  propaganda. Y es omnipresente : en la radio, la televisión, internet, llena todo el paisaje audio-visual. Y no se trata solamente de vender carros, cerveza, seguros... La publicidad difunde un modo de vivir, dicta dónde y cómo se encuentra la dicha, la felicidad, la alegría, para qué se vive.

Las Naciones Unidas

            La Organización de la Naciones Unidas (ONU) han sido creadas, en 1945, para que actúe como una especie de gobierno del mundo, protectora de los derechos humanos y del medio ambiente y guardián de la paz. Pero lo que pasó es que la ONU nació con un pecado original. Las grandes potencias (Estados Unidos, Gran Bretaña y la URSS) que han establecido los parámetros de su estructura y funcionamiento, dominan el Consejo de seguridad que es el único órgano decisivo de la Organización. Este Consejo tiene cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y la URSS, hoy día Rusia), todos  con derecho a veto. Y resulta que estos cinco son los principales fabricantes y exportadores de armas en el mundo.

Entonces, las Naciones Unidas resultan ser un organismo impotente para resolver los grandes problemas del mundo. No es el gobierno del mundo como se esperaba. Se ha vuelto más bien en el brazo caritativo del sistema global. Desempeña un papel humanitario. Interviene cuando hay desastres causados por la naturaleza o la codicia humana. Viene a recoger y reparar los platos rotos en casos de conflictos, hambrunas, epidemia, etc.

            Notamos sin embargo que la ONU ha jugado y juega todavía un papel importante en la definición de los derechos humanos.

 

El idiota de la «aldea global»

Pasamos al quinto actor de la aldea global, que es el ciudadano convertido en consumidor. ¿Qué es un ciudadano? Un ciudadano es alguién que tiene derechos y participa en la definición y defensa de sus derechos en la comunidad. En la era de la globalización, el único rol que se reconoce a los ciudadanos es él de consumir al maxímo para que funcione el sistema.

 

III- LOS EFECTOS PERVERSOS DE LA GLOBALIZACION

            El capitalismo, especialmente el capitalismo globalizador, es muy eficaz y muy productivo. Ése es su lado positivo. Produce en abundancia, de tal manera que podría subvenir a las necesidades de todos los habitantes del mundo. Pero no lo hace. Enriquece muchísimo a una minoría de privilegiados y... empovrece à la mayoría. Sus efectos negativos y perversos son muchos. Veamos los principales.

 

La concentración de la riqueza

Puesto que en el néocapitalismo, el mercado se pretende autorregulado y que, en consequencia, los gobiernos no intervienen, sino lo mínimo, entonces es lógico que se vayan formando monopolios y oligopolios.  En una competencia sin otra ley que la ley del más fuerte, es lógico los más fuertes ganen, y es precisamente eso lo sucede. Observamos, año tras año, una  tremenda concentración de la riqueza y de las empresas. Cada año, se anuncia un aumento de los beneficios netos de las grandes empresas : 32% el año pasado. ¿Qué hacen los dirigentes con ese dinero? Reinvierten, para hacer más plata. Nada extraño, pues ése es el espíritu del capitalismo : la acumulación. Hacer siempre  más plata, para invertir más, para ganar más... Y así, en forma ilimitada, se concentra la riqueza en manos de algunos individuos y de algunas instituciones privadas.

 

El crecimiento de las desigualdades

El crecimiento de las desigualdades entre los países y dentro de los países es la consecuencia natural del punto anterior. Hay más desigualdades hoy entre las naciones que en los años 1960. Cuando empezaron las campañas de «ayuda» al desarrollo, la diferencia entre los países más ricos y los más pobres era de uno a 30. Ahora es de uno a 85. Y va ensanchándose cada ves más el abismo. Diez años atrás, había en el mundo 42 países «muy atrasados»; hoy en día, son 50. La mayoría de los économistas justifican la concentración de la riqueza con un sofisma demasiado fácil : es cierto, dicen, que los ricos se enriquecen mucho, pero eso es para beneficio de todos; pues, cuando la marea sube, todos los buques, los pequeños como los grandes, suben de la misma manera. Pero se olvidan decir que los grandes buques muchas veces levantan olas que producen el hundimiento de los pequeños. Y cuando surgen tempestades, muchas veces los pequeños buques no resisten, los grandes sí. 

 

La degradación del medioambiente

La desregulación y no-regulacón producen invitablement abusos. Las megaempresas explotan los recursos naturales como si fuesen inagotables. Asistimos à la destrucción sistemática de nuestro habitat terrestre, el único que tenemos. Observamos el agotamiento de los recursos forestales, la degradación del aire, de los suelos, de las aguas, el envenenamiento de los alimentos que comemos, la contaminación del aire que respiramos. Destruímos nuestro  medioambiente, el que debemos entregar a las generaciones futuras.  Felizmente, los jóvenes van despertando, empiezan a denunciar la irresponsabilidad de las élites que nos gobiernan.

 

El entreguismo de los políticos

Pareciera que la atracción del sistema éconómico global es tan fuerte que absorba à los políticos hacia arriba. Así se olvidan los de abajo. El sistema global exige y obtiene el sometimiento voluntario de la clase política. O será que los políticos se dejan comprar fácilmente. Observamos su capitulación casi generalizada en todo el mundo. Ciégamente firman estos TLC que van en detrimento de sus propios pueblos. 

 

La piratería del patrimonio genético de la humanidad

La compañías especializadas en biotecnologís han encontrado una nueva fuente de enriquecimiento rápido: la biopiratería. Ésta se traduce por la apropiación y comercialización de los genes, la manipulación de los organismos. Privatizan hasta los genes del cuerpo humano. Por ejemplo, una compañía estadounidense, Myriad Genetics, encontró el gen que causa el cáncer de pecho. La compañía ha enviado una carta a los otros laboratorios avisándoles que no tienen derecho de seguir investigando en lo referido a este gen puesto que Myriad Genetics detiene el patente exclusivo sobre éste. Este gen es su propiedad. La compañía prevé sacar grandes beneficios de su comercialización.

 

CONCLUSION: ¿QUÉ HACER?

Ahora bien, para que no se vayan muy deprimidos de este encouentro, vamos a plantear la posibilidad de una alternativa : ¿Qué hacer? ¿Se puede cambiar este sistema? Los ideólogos neoliberales se empeñan en hacernos creer que la globalización es inevitable, irresistible e irreversible. Entonces, mucha gente lo cree. Pero es falso. Nada en la historia de la humanidad es una fatalidad. La humanidad tan sólo se plantea problemas que puede resolver.

En la práctica, las contradicciones existentes en el sistema capitalista global son tan profundas, que las organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo se organizaron y reunieron por primera vez, en el año 2001, para gritar : ¡OTRO MUNDO ES POSIBLE! Eso ocurió en el primer Foro Social Mundial, en Porto Alegre.

Ahora, la globalización tiene el mérito de habernos ayudado a comprender que todos los problemas están ligados, interrelacionados. Eso quiere decir que no habrá solución a los problemas del Tercer Mundo, si los países ricos no cambian su modo de vivir. No habrá solución a los problemas del medio ambiente, si no cambiamos nuestro modo de producción, nuestro modo de consumo, nuestro modo de vivir. No es como se pensaba antes, hace algunas décadas, que se debía destruir el sistema existente para después implementar otro, como lo han hecho en la Unión Soviética  y en Cuba. Ahora, los cambios se efectúan desde adentro, en la entrañas del viejo sistema.

¿Qué hacer, entonces? Bueno, yo diría que la primera cosa, la que está al alcance de todos, es comprender el sistema en el que vivimos. Especialmente Ustedes, los estudiantes en ciencias sociales… Como lo señaló en la reseña que hizo de mi libro el profesor Beltrán Villegas, la única razón de existir de la ciencia, es descubrir cosas nuevas, desvelar las cosas ocultas (Bourdieu). Mao Tsetung solía decir que el papel de la universidad es ir a ver detrás de la montaña si hay fantasmas. Lo que significa deshacer los mitos. Ése es el papel de la ciencia : desmitificar los mitos. Por ejemplo, por mucho tiempo, la gente creyó que el trueno era la voz de un dios enojado que retumbanto con estrépito y relámpagos daba miedo a los humanos. La ciencia ha descubierto que eso era un mito, que el trueno y los relámpagos están causados por descargas de electricidad entre las nubes o entre las nubes y la tierra. Ésa es nuestra tarea a todos : descubrir dónde queda la verdad detrás de los mitos del neoliberalismo

Entonces, primero comprender el sistema ecónomico actual. Eso todo, el mundo lo puede hacer. Así como no es necesario tener un diploma en ecología para comprender que el aire que respiramos está contaminado, no es necesario tampoco tener un diploma  en economía para comprender como funciona y se maneja la plata en nuestra casa y en nuestro comunidad. Pues todos tenemos que manejar plata para vivir. Todos podemos comprender el sistema éconómico en el que vivimos, con tal que le pongamos un poco de tiempo y atención.

Segundo, pasando a la acción, debemos luchar en dos frentes:

  • por un lado, decir NO, resistir, decir basta, antes que lo destruyan todo;
  • por otro lado, decir SI o sea construir localmente, en nuestro ambiente local, regional y nacional.

Entonces, se plantea el problema fundamental : ¿Cuales son los valores sobre las cuales vamos a construir una sociedad nueva? Sabemos que el sistema actual, el sistema capitalista, está fundado sobre valores falsos tales como el self-interest o sea el individualismo egoísta, la competición, el enfrentamiento, el darwinismo éconómico y social. Sabemos que el self-interest, ha evolucionado con la globalización en pura codicia.

  Ahora bien, la alternativa debe fundarse sobre valores contrarios al individualismo y a la codicia. Hemos descubierto últimamente que éste nuestro mundo es pequeño, que sus recursos  son limitados y agotables. Y que somos numerosos en este pequeño planeta llamado Tierra. Debemos compartir. Entonces, el nuevo sistema debe fundarse sobre valores nuevos como la equidad, la igualdad, la solidaridad. En realidad, estos valores no son nuevos. Ya fueron enunciados por los de la Revolución Francesa con el grito : «Libertad, Igualdad, Fraternidad». Hoy, un cuarto valor debe intervenir : la écología, o sea el respeto al medio ambiente, el cuidar y compartir los recursos. 

 

Yo sé que muchos piensan que el mundo va de mal en peor y que es imposible remplazar el actual sistema por un sistema más humano, respetruoso del medio ambiente. Muchos creen que otro mundo no es posible. Pues lo que vemos es más violencia, más codicia, más avaricia, más injusticia, más desigualdades.

 

 Eso es cierto. Sin embargo, observamos también un progreso constante en la consciencia humana. Y allí está el verdadero, el único progreso. Y la concientización se traduce en derechos. El progreso técnico es muy válido también, pero sólo en cuanto contribuye al ensanchamiento del campo de la consciencia humana. ¿Cuáles son los hechos que muestran progresos en la conciencia de la humanidad? Demos ejemplos. En menos de un siglo, en el espacio de mi propia vida, he visto, hemos observado grandes revoluciones. ¿Cuáles? La más grande de todos los tiempos ocurrió hace poco, bajo nuestros ojos: la revolución feminina. Por primera vez, hace apenas algunas décadas, la humanidad se dio cuenta, como despertando de un sueño, que las mujeres son iguales que los hombres. Diferentes, pero iguales en derechos, en dignidad y en capacidades intelectuales. Este reconocimiento se concretiza poco a poco en el derecho y las instituciones. Cuando yo era niño, mi madre no votaba, ni podía por supuesto presentarse como diputada. En mi juventud, si en una asamblea cualquiera se hubiese preguntado: ¿Levanten la mano los que piensan que los hombres son superiores que las mujeres? La gran mayoría hubiera levantado la mano. Y hoy día, en este auditorio, si hago la misma pregunta, lo más seguro es que nadie se va a atrever a levantar la mano.

Otro progreso de la conciencia ha sido lo de la descolonización. Hace menos de un siglo, todo el mundo pensaba que era normal eso que un país colonice otros países en África, América Latina o Asia. La mayoría lo consideraba como normal y bueno, incluso las Iglesias, católica o protestante, que bendecían a los conquistadore y colonizadores.  Otros avances de la conciencia son la abolición del sistema esclavista y la aparición en los años 1960-70 de una conciencia écológica.

El próximo avance de la conciencia humana se va a concretizar en la creación de un sistema económico y social basado en valores de solidaridad, igualdad y respeto de los recursos del Planeta.

 

MUNDIALIZACION, GLOBALIZACION : ¿QUÉ  DIFERENCIA?

La mundialización es un fenómeno antiguo – un poco más de 500 años - de expansión planetaria de los intercambios y de las comunicaciones. Empezó cuando se abrieron las rutas marítimas para que todos los continentes se puedan comunicar. Después vinieron otros medios que facilitaron todavía más las comunicaciones: la telegrafía, el teléfono, el automóvil, la aviación, la radio, la televisión, etc., hasta Internet.

La globalización es un fenómeno nuevo – un poco más de 25 años – de expansion planetaria de un mercado global, uniformador y desregulado o no-regulado. Es una nueva fase del capitalismo dominado por empresas trasnacinales que buscan englobar en el mercado todos los recursos del planeta, incluso los bienes público, y todas las actividades humanas, incluso la salud, la educación, la cultura y la misma vida (con la life industry).